Se inauguró el 7 de febrero de 1943 con la proyección de la película «Eso que llaman amor», protagonizada por Annabella, Henry Fonda y Leslie Banks, y echó el cierre en el mismo mes de 2008. Entre medias más de seis décadas de vida del que fue el primer cine, concebido como tal, en la ciudad de Zamora. Su promotor, José Barrueco Seisdedos, encargó el proyecto en 1939 a Antonio García Sánchez-Blanco, arquitecto madrileño que trabajó en Zamora como arquitecto municipal.
Según Álvaro Ávila de la Torre en su trabajo «Arquitectura y Urbanismo en Zamora (1850-1950)«, en la fachada -de estilo art decó– «la nota más destacada es la patente ausencia de simetría», destacando su «gran verticalidad y una interesante y novedosa concepción». La introducción en la fachada de un elemento lateral de mayor altura que el resto es habitual en la obra del autor, según el arquitecto Joaquín Hernández Martín.
El negocio fue gestionado siempre por la familia Barrueco, que se encargó además de otros locales del sector en Zamora y Salamanca. El edificio original contaba con una única sala con capacidad para 1.100 espectadores, acogiendo los estrenos de películas tan taquilleras como «Casablanca», «Ben-Hur«, «La muerte tenía un precio» o «La naranja mecánica«. En el año 1997 se realizó una reforma integral del edificio para adaptarse a los nuevos tiempos, con tres salas diferentes para la proyección simultánea. La crisis del sector dio al traste con la historia del emblemático local: la última proyección fue el 22 de febrero de 2008.
El edificio se halla contemplado con nivel de protección 3 en el Plan Especial del Conjunto Histórico Artístico de Zamora, permitiéndose la reestructuración parcial en caso de cambio de uso. Así las cosas, el nuevo edificio de viviendas conserva la fachada del cine recuperando su aspecto original: color beige en la parte superior y granate en la inferior. En la moldura que anunciaba la película proyectada se ha colocado una reproducción del cartel de la mítica «Casablanca«, estrenada en España en 1946. La puerta que da acceso al aparcamiento ha quedado camuflada al reproducir sobre la misma el volumen de las antiguas taquillas.
En 2018 la Comunidad de Bienes Residencial Cine Barrueco donó al Museo Etnográfico de Castilla y León dos proyectores de los años 40 y otros dos de los años 80, que se hallaban en el inmueble.
Para conocer más: