Flecha clavada en el corazón de la madera. A Ricardo, in memoriam.

«Hay que definir a la gente por el oficio», decía. Y añadía: «Soy escultor, no soy imaginero».

Despedimos hoy a Ricardo Flecha Barrio (Zamora, 1958), escultor. Se inició en el mundo del arte en los talleres de los escultores Arturo Álvarez García y Ramón Abrantes y del pintor Antonio Pedrero. En 1989 se licenció en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca. Desde 1995 compaginó su labor artística con la docencia en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Zamora.

«Cenotafio de Fray Munio de Zamora» (1989) en la exposición retrospectiva celebrada el pasado mes de julio

De estilo propio y aire expresionista. Entre la temática de su obra abunda lo local («mi obra gira en torno a Zamora»), la religiosidad popular y las tradiciones rurales. Es autor de varias esculturas urbanas en bronce como el Barandales o San Alfonso en Zamora, el monumento a las víctimas de Ribadelago o el penitente de Bercianos de Aliste, entre otras.

En una crítica a su primera exposición en la Galería Casanova en 1991, Tomás Crespo Rivera, también escultor, hablaba de una «flecha clavada en el corazón de la madera» y es que fue este el soporte principal sobre el que construyó sus obras: «la madera es el material que más me gusta, donde mejor me suelo expresar». Cedro, nogal, negrillo, pino o tilo, mejor si son piezas enteras, abiertas por un rayo o de formas caprichosamente retorcidas por la naturaleza a las que añadía dramatismo con herrajes, clavos u otros elementos metálicos oxidados.

El taller, un lugar para buscar e investigar

Publico a continuación una colección de fotografías, la mayor parte de ellas inéditas, de una de las visitas a su taller en el polígono de Los Llanos. Era enero de 2015 y Ricardo había sido nombrado pregonero de la Semana Santa de Zamora de aquel año. Aparece el taller como un lugar para buscar e investigar, un laboratorio de ideas con multitud de piezas, muchas de ellas diseccionadas o por acabar, pero también como un lugar para el encuentro y la charla, pues nunca fue celoso a la hora de compartir su proceso creativo con amigos y conocidos.

Sirva esta entrada como homenaje a su obra y su persona. Descansa en paz, Ricardo.

Javier García Martín
Octubre de 2023

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